domingo, 19 de abril de 2009

Solo se siente, pero no se sabe

Solo se siente, pero no se sabe


No sabía que tenia tres años, era la época buena, de jugar al esconder, correr caballos y dormir la siesta. Bella época en la que caminaba agarrada de la mano de su madre y de su hermano, un año mayor que ella. También fue una época fugaz, pues un día algo los hizo ser grandes y, los soltó de las manos. Dicen que fue un día soleado a fines del mes de Mayo. Mientras jugaba vió como un cuerpo caía al suelo y otro cuerpo le siguió, azotando el pavimento que quemaba por el sol del medio día. Los gritos de la niña se elevaron al cielo despertando varios Ángeles que todavía dormían. Sus ojitos tropezaron con un gran escalón en donde se sentó a la espera, mientras los cuerpos eran llevados, sabe Dios a donde. Su hermanito le agarro las manos tratando de consolarla y contó sus deditos para saber cuanto le faltaba para ser grandes, pero ya eran grandes, sin saberlo.


Luego de varios años supo que aquellos cuerpos eran los de sus padres, pues a esa tierna edad solo se siente, pero no se sabe. No recuerda el por que de la discusión ni tampoco recuerda los tiros. El vago recuerdo de un extraño dolor le penetró sus sienes y, le corrió por el cuerpo tocándole el corazón. Fueron segundos de dolor que ha recordado por vida y le traen a la memoria esa soleada mañana en que supo que existía. La que la marcó y le abrió una cicatriz que lleva bajo su sombra. Ese día gris que la hizo crecer de golpe, y que desde entonces lleva el control de su vida.





© Bdj Rosario
Enero 2006

2 comentarios:

  1. Siento una gran admiración por esa niña que tuvo que crecer aun siendo niña... Un abrazo.

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  2. Espectacular escrito desde el alma,
    Abrazos al corazón de esa niña y de esa adulta...
    Gracias por compartir tu amistad conmigo, valoro
    ese grupo maravilloso de Azules Naranjas.

    Bendiciones,

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